lunes, 24 de enero de 2011

Apenas percibo un mínimo chirriar de la cama del piso de arriba,
creo que a mi vecino le cuesta levantarse tanto como a mi,
se acurruca entre las mantas como yo.
Creo que los dos sabemos que hace frío,
que aquí se está mucho mejor...
pero los minutos pasan,
el despertador ha sonado ya dos veces.
Al otro lado de la pared la cosa ya va mucho más avanzada,
es la cocina de otros vecinos,
escucho... las puertas, las tazas, el agua hervir, la leche derramarse.
Creo que ha llegado mi momento,
pongo la radio en la tele porque no tengo radio,
estoy esperando a que me toque en algún paquete de cereales,
quizás aumentasen las posibilidades si empezase a tomar cereales.
Hoy puede ser el día en que todo cambie.

domingo, 23 de enero de 2011


Falamos de un fin de sema relaxado, na casiña dixemos. Só pra ver pasar o tempo. Chamo a Chema? Claro! porque non? Vamos atá aló, que dí que está con Alba, e damos un paseo. Eu quero ir ao bar, dí a picara. Esta pícara... Cando chegamos... eles vestidos de montaña e eu con tacons, a pícara sen gorro nin guantes... así foi como a Uxía lle naceron unhas más rarísimas, como de maior, e moi fracuchas.

miércoles, 19 de enero de 2011


Las vistas al monasterio son preciosas... el aula tiene muchísima luz, ventanas en tres paredes... pero es una clase gris... no debería ser así, se supone que es pintura y dibujo, así que he empezado por decorar unos vasitos de cristal, para poner una nota de color en mi clase de dibujo y pintura... tengo que conquistar a esos niños como sea!

martes, 11 de enero de 2011


Era una maravillosa caja con fotografías de jardines japoneses, al abrirla se esparcieron por el cafe el olor de las galletas y la ilusión que siempre crean los regalos. En el fondo de la caja, bajo los múltiples detalles que contenía apareció un préstamo, un préstamo indefinido con dedicatoria, como tienen que ser los prestamos que se hacen de corazón, a la gente que tiene corazón. Y ese es el libro que estoy leyendo ahora:

"-Es agradable -murmura Manuela.
Sí, es agradable pues gozamos de una doble ofrenda, la de ser consagrada en esta ruptura en el orden de las cosas la inamovilidad de un ritual al que hemos dado forma juntas para que, tarde tras tarde, se enquistara en la realidad hasta el punto de conferirle sentido y consistencia y que , por el hecho de transgredirse esta mañana, adquiere de pronto toda su fuerza: pero saboreamos también, como lo habríamos hecho de haber sido un néctar preciado, el don portentoso de esa mañana incongruente en al que los gestos mecánicos toman un impulso nuevo, en la que aspirar el aroma, probar, dejar reposar, servir de nuevo, beber a pequeños sorbos viene a ser vivir un nuevo renacer. Esos instantes en que se nos revela la trama de nuestra existencia, mediante la fuerza de un ritual que recuperaremos como era antes con mayor placer aún por haberlo infringido, son paréntesis mágicos que le ponen a uno el corazón al borde del alma, porque, fugitiva pero intensamente, una pizca de eternidad ha venido de pronto a fecundar el tiempo. Afuera, el mundo ruge o se adormece, arden las guerras, los hombres viven y mueren, perecen unas naciones y surgen otras antes de caer a su vez, arrasadas, y, en todo ese ruido y toda esa furia, en esas erupciones y esas resacas, mientras el mundo va, se incendia, se desgarra y renace, se agita la vida humana."

La elegancia del erizo de Muriel Barbery.