viernes, 19 de noviembre de 2010


Hay días en que las cosas no salen como uno espera...
Tenía las imágenes en mi cabeza, sabía exactamente lo que iba a buscar, y en teoría estaba tan planeado que casi se hacía solo. Pero me equivoque... y a través de la cámara las cosas no se veían como yo las había imaginado. Se esfumo el encanto, y no sé a donde se fue...

jueves, 18 de noviembre de 2010


Sono el despertador a las 7 de la mañana, pero no fui capaz, algo invisible me agarraba por los pies, una misteriosa fuerza me envolvía en sábanas de franela. Volvió a sonar a las 9 menos 20 y ya no había posibilidad de seguir negándolo, el día había comenzado, y como siempre, había demasiadas cosas que hacer, y no se iban a hacer solas.
A las 10 menos 10 estaba en un atasco para salir de la A6 en Arteixo, la única autovía de España que no finaliza en una ciudad, sino en el centro neurálgico del imperio de Amancio Ortega. Los camiones lograron marearme hasta tal punto que llegue 20 minutos tarde a mi cita. Odio llegar tarde, es una falta de respeto, y al sol le dan igual las horas, con lo cual si llegas tarde... lorenzo no te espera.
Pero como Esteban también llegó tarde, no me sentí tan culpable como normalmente. Cambie la cámara y el trípode de coche y fuimos a buscar al resto de integrantes de RumOr. Y así empezó la sesión fotográfica, desde un atasco, una rotonda que odio, una bonita casa con piscina, un paseo fluvial, unas playas abiertas al océano, unos chicos encantadores, una chimenea muy muy alta al lado del mar, un puerto exterior al lado de otro y una vuelta a casa para estudiar filosofía.
En breves espero desarrollar el verdadero potencial de esta sesión de fotos.

lunes, 15 de noviembre de 2010



Empiezo a recuperar un poco de ritmo.
Llevo dos meses que no sé ni en que día vivo.
Pero acercandonos al final de Kune y de Estereoscopía, dos de mis proyectos más importantes de este año, toca el momento de empezar con otro proyecto importante.
Mi abandonado estudio volverá a llenarse con mi presencia y mis papeles por el aire, construyendo castillos de frágiles estructuras.
Ahora mismo esta durmiendo entre penumbra, humedades y acumulación de cajas en estos dos meses de locura audiovisual, de mudanza a la independencia matrimonial y de desalojar la habitación que me ha acogido estos meses de transición en la casita de sefa y fernando, donde siempre hace calor, si no se estropea la calefacción.
Así que volveré a tener de vecinos a el blanco y el negro, volveré a buscar el gris entre estos bichitos, volveré a pasar horas entre los recuerdos de 7 años de paredes pintadas con cal, y un suelo por cuyas rendijas puedo ver lo que pasa en el piso de abajo.
Sefa y Fernando aún no se han librado de mi.