martes, 5 de abril de 2011


En pleno proceso de asimilación, captura, elección de brutos, conversión, y por supuesto, montaje! Hay decisiones muy difíciles, y si alguna vez has montado imágenes en movimiento sabrás que eliminar algo que te encanta del montaje final es sumamente doloroso. Pero el ritmo es el ritmo, y cada pieza tiene su propio lenguaje. Esto es como cuando el gran angular del salón de Emilio en Estereoscopía se calló por su propio peso, y todo el trabajo que ese plano demostraba pareció perderse... aún nos duele, creo que en especial a la directora de arte, y a todas aquellas que la ayudaron a crear ese universo... y ahora se repite la historia con Cielito Lindo... mañana cuando Gus y Simón vean lo que estoy haciendo con su larga jornada de grabación quizás me despidan, necesito que alguien me diga: "salta valiente"


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